|
||
|
||||||||||
1.2. La esfera celeste |
||||||||||
|
||||||||||
Primer
grupo de elementos del referencial |
||||||||||
Figura 1-1-3: La esfera celeste | ||||||||||
En la antigüedad
consideraban que la Tierra era el centro del universo que ocupaba una
bóveda donde estaban situadas las estrellas. Hoy sabemos que nuestro
planeta no
ocupa una posición preferente, ni en el sistema solar ni mucho
menos en el universo y que realiza unos movimientos que hemos descrito
en el apartado anterior. Tampoco están fijas las estrellas, que
orbitan alrededor del núcleo de nuestra propia Galaxia
con periodos que son del orden de centenares de millones de años.
Las estrellas tienen movimientos propios y además no están
contenidas en una superficie, sino distribuidas en el espacio a distancias
enormes que van desde cuatro a decenas de miles de años luz. Recordemos
que un año luz equivale a diez billones de kilómetros. En
estas condiciones los desplazamientos de las estrellas son inapreciables
para el observador ordinario y su medida requiere observaciones sistemáticas
y cálculos detallados. El aspecto del cielo ha permanecido invariable
durante muchas generaciones y ello explica los conceptos antiguos. Sin
embargo la esfera celeste sigue siendo útil todavía, no
para explicar el universo evidentemente, sino porque proporciona un sistema
de referencia muy eficaz para establecer las direcciones y posiciones
de los astros. |
||||||||||
El referencial astronómico es conceptualmente antropocéntrico, tiene como centro la Tierra, y está construido extendiendo o proyectando sobre la esfera celeste los elementos utilizados para definir las posiciones sobre la superficie terrestre. Así definimos los siguientes términos (Figura 1-1-3):
|
||||||||||
Segundo
grupo de elementos del referencial |
||||||||||
Figura
1-1-4: Segundo grupo de elementos del referencial
|
||||||||||
Un segundo grupo de elementos del referencial (Figura 1-1-4) tienen que ver con el lugar que ocupa el observador sobre la superficie de la Tierra. Son los siguientes:
|
||||||||||
|
Figura 1-1-5: La esfera celeste | |||||||||
|
||||||||||
Figura 1-1-6 La esfera celeste |
||||||||||
Los paralelos celestes y el horizonte terrestre tienen orientaciones que dependen de la latitud del lugar de observación (Figura 1-1-6) . En el ecuador los paralelos cortan perpendicularmente al plano del horizonte por ello el observador situado en esta latitud verá salir (orto) y ponerse (ocaso) todas las estrellas. En los polos son paralelos y las estrellas no tienen orto ni ocaso, se dice entonces que son circumpolares. En latitudes intermedias ocurren los dos casos: hay estrellas que salen y se ponen y otras, las más próximas al polo, son circumpolares. Este es el caso de la estrella polar que describe un círculo de radio tan reducido que prácticamente permanece inmóvil. |
||||||||||
|
||||||||||