A
continuación vamos a utilizar la longitud de la sombra proyectada
por la pared de un cráter para estimar la altura real del mismo.
El procedimiento a seguir es el siguiente:
1)
Mídase el campo de visión de los binoculares o telescopio
que estemos utilizando. Debemos utilizar como unidad el tamaño
aparente de la Luna. Por ejemplo, podemos obtener que caben 3.2 lunas
en el campo de visión de nuestro ocular. Nos podemos ayudar de
el hecho que el diámetro de la Luna corresponde a 0.518 grados.
Así, unos prismáticos con siete grados de campo aparente
corresponderán a 13.5 diámetros lunares. 2) Selecciónense
varios cráteres o montañas prominentes y grandes (al menos
tres) con sombras y mídase su tamaño aparente en unidades
angulares lo más preciso posible. Mídase también
su distancia angular al terminador. Estimemos el error que estamos cometiendo
repitiendo la medición varias veces. Mídase la sombra por
la parte exterior del cráter, no la interior, a menos que el cráter
sea lo suficientemente grande y la sombra cubra menos de la mitad del
cráter. Procúrese no considerar cráteres pequeños
que se encuentran casi completamente en la sombra. 3) Un dato es que el
diámetro de la Luna son 3475 km. Conviértanse las medidas
angulares tomadas de los tamaños de los cráteres a kilómetros.
¿Cuál es el tamaño físico del cráter Copernicus
y del Mare Tranquilitatis?. 4) Mídanse ahora los tamaños
de las sombras proyectadas por las paredes de los tres cráteres
o montañas elegidos. Anotemos con un pequeño dibujo la posición
y aspecto de estos rasgos lunares. Ahora convirtamos su tamaño
a unidades físicas obteniendo su equivalente en kilómetros.
Ahora,
con la ayuda de un poco de geometría, vamos a convertir las medidas
tomadas en una estimación de la altura de las paredes de los cráteres
o las montañas elegidas. En las siguientes figuras se hace una
representación esquemática de la situación geométrica.
En la primera figura vemos como la luz solar viene de la derecha y arrancará
una sombra de la montaña ( o pared del cráter). En este
caso el terminador (línea que separa la zona oscura de la zona
iluminada) discurre de a lo largo del centro del disco lunar.
Ahora
nos movemos a un lugar privilegiado justo encima del polo lunar superior
y miramos hacia abajo. En la segunda figura hemos trazado dos triángulos.
Uno es el grande, formado por los puntos B, C y E. El segundo es más
pequeño y está formado por los puntos A, C y D. Este triángulo
no es del todo convencional pues una de sus caras - línea A, C
- es un arco y no una línea recta. Sin embargo, si la sombra es
mucho menor que la circunferencia de la Luna, entonces esta cara del triángulo
podrá aproximarse muy bien por una línea recta. Estos dos
triángulos son geométricamente semejantes. Esto significa
que podemos usar información sobre un triángulo para determinar
características del segundo triángulo.
Comenzando
con el mayor de los dos, el lado BC lo hemos medido en grados.
El lado
EC
en grados no es otra cosa que la mitad del diámetro lunar, luego
corresponde a ½ * 0.518 grados. En este punto debemos tomar una decisión.
Podemos decidir continuar trabajando en grados hasta el final para luego
pasar a kilómetros, o podemos pasar a kilómetros y trabajar
a partir de ahora todo en kilómetros. Lo que sí es importante
es que nos aseguremos que no estamos mezclando unidades.
Puesto
que conocemos dos lados del triángulo rectángulo BCE, podemos
aplicar el teorema de Pitágoras para calcular la longitud de el
tercer lado BE. Una vez conocido BE, debemos pensar que los triángulos
son semejantes. Así, podemos relacionar los lados de estos triángulos
según la siguiente expresión:
De
las observaciones conocemos AC (la longitud de la sombra), y BC que es
la distancia de la montaña al terminador. Acabamos de obtener BE.
Por lo tanto solo nos queda como incógnita CD, que resulta ser
la altura real de la montaña.
|